Hay cosas en la vida verdaderamente ridículas, y una de ellas es escuchar los paradigmas de los socialistas. Lo último que se les ha ocurrido es prohibir el despido objetivo cuando se produce por la inflación. O sea, la inflación existe, pero no es objetiva. Existe, pero no existe. Por Decreto-ley, como si no existiera. Existen causas objetivas para despedir. Pero no se aplican. Por razones ideológicas, se niega la realidad. Lo que lleva a una única posible conclusión, y es que la inflación no es objetiva. Y si es objetiva no importa.
En realidad lo que no existe el despido objetivo. O más bien, lo que existe es la ideología, que te hace pensar en función de parámetros que niegan toda objetividad, y por tanto todo juicio certero. O sea, la ideología produce locura.
Y si encima se mezcla con la codicia propia del socialismo, cuya esencia es coger lo de los productivos para dárselo a los improductivos (lo de la hormiga para dárselo a la cigarra) échate a temblar.
Este tipo de locura es contagiosa. Afecta a mucha gente y suelen agruparse alrededor de partidos socialistas. Un buen paradigma es el PSOE.