A veces no nos damos cuenta de que en nuestro trabajo no podemos jugar con la justicia y la verdad. Decir algo como pues voy a dejar de decir la verdad por un momento, porque con este negocio voy a ganar mucho mas dinero o usaré una medida falsa basándome en una mentira sencilla porque es de provecho para mi. No es aceptable delante de Dios.