El salmista le pide a Dios algo muy concreto que le proteja del miedo al enemigo, no está orando en cuanto a que guarde su vida de los ataques del enemigo, por que en muchas ocasiones estaremos atravesando cosas que no podremos controlar, problemas económicos, conflictos con otras personas, enfermedades, circunstancias que no podremos vencer porque siempre estarán ahí. Pero el Salmista le pide a Dios que lo proteja del miedo, pues pasar por todas estas pruebas producen miedo.