He dicho que el Espíritu Santo es la motivación de los milagros. El Espíritu Santo te dice siempre que sólo la mente es real porque es lo único que se puede compartir. El cuerpo es algo separado, y, por lo tanto, no puede ser parte de ti. Ser de una sola mente tiene sentido, pero ser de un solo cuerpo no tiene ningún sentido.