¿Qué podría despertar más dulcemente a un niño que una tierna voz que no lo asusta sino que simplemente le recuerde que la noche ya pasó y que la luz ha llegado?
¿Qué podría despertar más dulcemente a un niño que una tierna voz que no lo asusta sino que simplemente le recuerde que la noche ya pasó y que la luz ha llegado?