En Europa no se conocía la variolización hasta que una mujer británica la introdujo en Inglaterra a principios del XVIII. Y qué insultos se llevó por ello: "¡Es una madre antinatural". Pero ella, con el rostro desfigurado por la viruela, no lo dudó. ¡A muerte con la variolización para evitar millones de muertes! Unos años después llegó la vacuna: la desarrolló el médico rural británico Edward Jenner en unos experimentos junto a un niño, una ordeñadora y una vaca. Si no tienes miedo a la física cuántica, ni a los agujeros negros, entra por aquí...