Tos productiva, pérdida de peso, fatiga, diaforesis y palidez sumados a personas que viven en hacinamiento y pobreza extrema hacen pensar en tuberculosis, pero antes de que fuera descubierto el agente causal en 1882 la gente asociaba la presentación de estos síntomas a la presencia de un vampiro en la comunidad. Especialmente entre el Siglo XVIII y XIX en Nueva Inglaterra el pánico vampírico asoció a Jhonatan Brieger como el vampiro de Connecticut y a Mercy Brown como la última vampira de Nueva Inglaterra, cuando realmente fallecieron de tuberculosis.