En el mundo es común la idea de que sólo en un ambiente social, es la única manera de poder encontrar un cierto placer para nuestro cuerpo y en particular, a nuestros sentidos.
Veamos qué es lo que la Biblia nos dice:
Dentro de los caminos que Dios enseña, está presente todo lo que el ser humano necesita en su vida, desde el equilibrio emocional, mental, hasta los mejores consejos para nuestro cuerpo físico. De la mano de este principio, el Rey Salomón nos introduce a este estudio con el siguiente texto:
“Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz.” Proverbios 3:17
Para algunas personas es difícil dejar ciertos hábitos o prácticas que suelen dañar sus cuerpos y vidas, viven atados a esas prácticas por los placeres que puedan llegar a experimentar, sin embargo el hijo de Dios nos dice:
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11:29,30
Así que podemos ver que es una invitación de decisión para poder encontrar descanso a muchas de nuestras dolencias, encontrando no solamente la paz, sino también placeres de los cuales Dios nos permite disfrutar.
¡Cuán bueno y cuán agradable es
que los hermanos convivan en armonía!
Es como el buen aceite que, desde la cabeza,
va descendiendo por la barba,
por la barba de Aarón,
hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío de Hermón
que va descendiendo sobre los montes de Sión.
Donde se da esta armonía,
el Señor concede bendición y vida eterna. Salmos 133 (NVI)
El convivir en armonía como Dios enseña a su pueblo, es muy grato y se disfruta de un placer para nuestros sentidos muy especial, de manera ordenada y sana es como se logran estas vivencias. Es importante resaltar que los hombres y mujeres del ayer experimentaron situaciones donde encontraron deleite para sus vidas y cuerpos cuando eran guiados por Dios, pues vemos que no hay mejor lugar para ser enseñados que estando dentro del lugar donde se aprende de Dios, el rey David expresó:
¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos! Salmos 84:1
La amabilidad se puede sentir de las demás personas cuando nosotros detectamos a través de nuestros sentidos sus emociones de caridad y amor cuando nuestros ojos, oídos, olfato, tacto y gusto detectan todo lo hermoso y puro de la armonía y convivencia, es así como se da deleite y placer a nuestros sentidos. Que a través del tiempo se puede llegar a notar en nuestra vida el disfrute y placer que se le da a nuestro ser cuando se buscan de la manera correcta: “El justo florecerá como la palma: Crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aún en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes.” Salmos 92:12-14
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