¿Qué sería de nuestras vidas, si Dios no habita en ella? El solo pensar que Dios nos abandone por un momento, nos hace sentir un vacío en el corazón. Él es el motor de nuestras vidas, pero lamentablemente la humanidad y el razonamiento se apoderan de nuestra mente y muchos nos tornamos ansiosos con sentimientos de angustia, nerviosismo y exceso de preocupación por diversas causas. Estamos viviendo una era marcada por la ansiedad y el pánico a desesperación. El Rey David también vivió temporadas donde la inestabilidad y la inseguridad le hicieron decir: ¿Hasta cuándo tendré ansiedad y preocupaciones, tristeza en mi corazón día tras día? (Salmo 13:2) ¿Cómo ayudó Dios a David a seguir adelante?  David le contaba todas sus angustias a Dios, convencido de que Él lo amaba y lo escuchaba. Nosotros también podemos desahogarnos con Dios pues Él se interesa por nosotros. Ni el pasado, o el futuro incierto nos debe inquietar. Repetiremos las palabras de David en el Salmo 31:15 RV: En tu mano están mis tiempos… Dejemos las preocupaciones en las manos de Dios, muchas veces le tememos a situaciones que no llegan a suceder. Desde el comienzo del mundo, la humanidad ha experimentado que Dios nunca falta a quienes confían en El y llevan una vida conforme a Su voluntad. Oremos. Si deseas recibir reflexiones o audios que fortalecerán tu espíritu, visita nuestro website: https://www.changeinlifenow.com/ ¡Bendiciones en extremo!