Servir es el rol de un siervo. Pero “siervo” hoy día es una mala palabra para muchos seres humanos. Servir implica una inclinación hacia los que tienen necesidades y, tenderles una mano, sin medida, sin temor, con valor, con ternura y comprensión tal y como nos dio ejemplo Jesús cuando se puso la toalla para lavar los pies de sus discípulos.