En la antigüedad, la unción de Dios estaba limitada solo para algunos, tendrías que ser sacerdote, rey o profeta para ser ungido, pero hoy damos gracias a Dios que la unción de Dios esta al alcance de todos, y la biblia nos enseña que el yugo se pudre a causa de la unción de Dios, procuremos esa unción y vivamos libre de todo yugo!

Vivimos en una sociedad que al parecer esta empeñada, en hacer todo lo contrario a lo que Dios ha dicho, la iglesia de hoy mas que nunca debe pararce firme sobre la expresión que se haga tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. 

El pueblo del Señor debemos cuidarnos de la influencia del medio que nos rodea, pues el pueblo de Israel fue influenciado a desear las cosas de Egipto por el pueblo que se mezcló con ellos, igual hoy la iglesia tiene que cuidarse de la influencia amar las cosas del mundo, de no ser así pereceremos en este desierto como le sucedió a gran parte del pueblo de Israel.

Como cristianos necesitamos tener un sumo cuidado de nuestra vida espiritual, ya que los afanes, las ocupaciones pueden llegar y apagar nuestro fuego, hay que guardarnos de solo tener apariencia de que estamos vivos espiritualmente.

Hoy en día se vive con los afanes de la vida y ansiedad, lo cual te lleva a una constante angustia y por consiguiente aparecen las enfermedades.A diario vemos que la mayoría de las enfermedades son a causa del estrés, porque todo es rápido.

La vida cristiana es como un jardín, donde está plantada la semilla de tu salvación junto a los afanes de la vida que en relación se pueden ver cómo los espinos (responsabilidades laborales y familiares, recreación, descanso), pero recuerda que si a tu semilla de salvación no le das el mantenimiento adecuado está se puede ahogar entre los espinos.

Todo ser humano que ha marcado la historia con su ideal tuvo que hacer renuncia en su vida, igual el pueblo de Dios debe saber que para llegar a conseguir todo lo que Dios tiene para nosotros, debemos estar en la disposición de renunciar a todo aquellos que nos impide conseguir el propósito de Dios.