Alexander Nikolayevich Spesivtsev nació en Kémerovo Oblast, Siberia, en 1970. Su padre abusó y torturó a su esposa e hijos por igual. En 1991, Spesivtsev asesinó a su novia de 19 años en el apartamento que compartía con su madre, Ludmilla. Por este asesinato, Spesivtsev fue declarado loco y encarcelado en un hospital psiquiátrico durante tres años. Tras su liberación, regresó a casa para vivir con Ludmilla y un feroz perro doberman. En 1996, el vecino de Spesivtsev, ya indignado por los olores horribles y la música rock fuerte que emanaba de su piso, notó una fuga de agua. Nadie respondió a la llamada del plomero, por lo que forzó la puerta principal y llamó a la policía. En la confusión, Spesivtsev escapó.