Los narcos y la religión van de la mano. Como la mayoría de los países hispanos, la religión católica se ha fusionado con otras creencias oriundas del continente o importadas de África y Asia. En el mundo del sincretismo mexicano encontramos también las creencias especiales de los delincuentes que rezan y piden a santos protectores que les ayuden a escapar de la justicia. Lo tétrico de la historia son los rituales que realizan algunas bandas que son más propias de una película de terror.
Los narcosatánicos fue una organización de delincuentes mexicanos que salieron a la luz en 1989. En aquel año, David Serna, uno de los integrantes de la organización cayó en manos de la policía en la localidad de Matamoros, Tamaulipas. El operativo rutinario se convirtió en el hito que cambio la forma de ver las religiones del narco.