La tierra es del SEÑOR y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes le pertenecen.

Declárame inocente, oh SEÑOR, porque he actuado con integridad; he confiado en el SEÑOR sin vacilar.

Dios mío, sólo a ti te alabaré; te cumpliré mis promesas cuando el pueblo que te honra se reúna para alabarte.

Que tu favor brille sobre tu siervo; por causa de tu amor inagotable, rescátame.

Tú eres muy bondadoso con la gente que te honra; a la vista de todo el mundo derramas tu bondad sobre los que en ti confían.

Ten misericordia de mí, SEÑOR, porque estoy angustiado. Las lágrimas me nublan la vista; mi cuerpo y mi alma se marchitan.

¡Canten al SEÑOR, ustedes los justos! Alaben su santo nombre.

Oh SEÑOR, mi Dios, clamé a ti por ayuda, y me devolviste la salud.

Honren al SEÑOR por la gloria de su nombre; adoren al SEÑOR en la magnificencia de su santidad.

Levántate, oh SEÑOR, en tu poder; con música y cánticos celebramos tus poderosos actos.