Si tus hermanos forman parte de ti, ¿porqué no los ibas a aceptar? Sólo ellos pueden enseñarte lo que eres, pues lo que aprendes es el resultado de lo que enseñaste. Lo que invocas en ellos lo invocas en ti. Y al invocarlos en ellos cobra realidad para ti. Dios no tiene más que un Hijo, y los conoce a todos cual uno solo.