La locura es un ataque contra la razón que la expulsa de la mente, y ocupa su lugar. La razón no ataca, sino que, calladamente, ocupa el lugar de la locura y la reemplaza si los dementes deciden escucharla. Pero los dementes no conocen su propia voluntad, pues creen ver el cuerpo, y permiten que su propia locura les diga que éste es real. La razón sería incapaz de eso. Y si tú defiendes el cuerpo en contra de tu razón, no entenderás lo que es cuerpo ni lo que eres tú. El cuerpo no te separa de tu hermano, y si crees que lo hace estás loco. Pero la locura tiene un propósito, y cree también disponer de los medios que lo pueden convertir en realidad. Ver el cuerpo como una barrera que separar aquello que la razón te dice que no puede sino estar unido, sólo puede ser una locura.