Hace unos días pasó por Radio Valdivielso Victorino, también conocido como Tario, por el caballo Voluntario de su padre. Este oniense de memoria increíble cumplió hace unos días 100 años. Sergia, su madre, nació en Condado y fue la penúltima de siete hermanos. Sergia era hija de Jandrillo, Alejandro Fernández García, recovero de profesión que tardaba tres días en llegar a Bilbao con lo que revendía. La memoria de Tario es incansable y va de un lado a otro con un hilo que no siempre es fácil seguir. Nos habló de las fiestas de San Mateo a las que acudía en bici y donde se echó la primera novia; de su tía, la loca de Condado, o del potro de Panizares que él hizo. Herrero de tradición familiar y cantero de perfección artística, según me cuentan, tiene todavía muchas cosas que contarnos. Aquí tratamos de ordenar alguna de las cosas que nos relató esa tarde. No sé si lo conseguimos.