«También dijo: “Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde. Y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente... Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti...Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.”» (Lucas 15:12, 13, 17 18 y 20).
Responder a lo que pide un hijo, a veces es difícil para un padre. cada día los tiempos se vuelven más complicados, es más caro todo, más difícil encontrar buenas escuelas, buenos empleos, el mundo es un caos, pero particularmente cuando ese hijo no es único. El padre del pródigo pasó por esta experiencia. Nuestro Padre celestial entiende esto, te invito a escuchar el mensaje que Dios tiene para nuestras vidas, para que cómo padres sepamos que hacer , por que así hemos recibido el ejemplo de Nuestro Dios Padre.