Para poder demostrar quién era Jesús, él hizo varios milagros – a los que el apóstol Juan se refería como "señales". La primera de esas señales ocurrió en una ocasión de mucha alegría donde Jesús convirtió el agua en vino. La segunda señal fue en medio de una circunstancia desoladora en la que un padre le pide desesperadamente a Jesús que sane a su hijo que estaba muriendo.

odcast, Jair nos habla sobre un catalizador que Dios usa para hacer crecer nuestra fe. Normalmente no pensamos en esto, pero si damos un vistazo a nuestro pasado, podemos ver la presencia que tienen las Relaciones Providenciales en nuestra jornada de fe.

El primer milagro de Jesús, que documentó Juan, es cuando Jesús – con un empujoncito de su mamá – asistió a una boda y convirtió el agua en vino. Esta fue la primer señal de muchas, que dan evidencia de quién es Jesús.

Tal vez el concepto de "Fe" que tenemos pueda estar incompleto. En este nuevo Podcast, Roberto nos habla de lo que se trata la fe y sobre el primer catalizador que Dios usa para hacer crecer nuestra fe.

Todos tenemos sueños, planes y metas cuando se trata de nuestros matrimonios, pero, ¿qué se supone que debemos hacer cuando nuestros corazones se rompen y nuestros sueños no se harán realidad? Es tentador tomar lo que está en nuestras manos y actuar, pero, ¿hay alguna otra mejor manera de responder?

Todos tenemos sueños y esperanzas pero ¿qué se supone que hagamos cuándo nuestros corazones están rotos y nuestros sueños no se pueden volver realidad? Muchas veces nos inclinamos a hacer las cosas a nuestra manera, pero habrá una mejor manera?

Si no quieres una relación como la mayoría de las relaciones, no tengas citas como la mayoría las tiene. En este mensaje veremos algunas reglas para las citas.

Desde primaria hasta prepa, muchos de nosotros tuvimos ideas de cómo sería la relación perfecta en el futuro. Si bien esos sueños pueden no representar nuestra realidad actual, un paso en la dirección correcta podría ser seguir el consejo del apóstol Pablo: dejemos de ser infantiles y comencemos a ser adultos.

Desde la escuela primaria hasta la escuela secundaria, muchos de nosotros tuvimos ideas de cómo sería la relación perfecta en el futuro. Si bien esos sueños pueden no representar nuestra realidad actual, un paso en la dirección correcta podría ser seguir el consejo del apóstol Pablo: dejar de ser infantil y comenzar a ser adultos.

En las relaciones, a menudo creemos que si encontramos a la persona correcta, todo se arreglará. Y nos preguntamos: “¿Será esta la persona indicada para mí?”
 Tal vez debamos hacernos una pregunta diferente, una pregunta que cambiará nuestro enfoque de buscar la persona correcta a convertirnos en la persona correcta.