Mozart es un loro que busca algo de compañía. A veces, cuando nuestro corazón necesita algo lo busca alrededor. Las personas han buscado a Dios a lo largo de los años, por suerte, Jesús vino para ayudarnos a encontrarlo.

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Un delfín llamado Tiko ha desarrollado una técnica excepcional para saltar muy alto y cree que podría haber ganado el festival que se celebra cada año. Pero se ha despistado y ha olvidado la fecha, así que no ha practicado tanto como le hubiera gustado.

Las Biblia nos habla de cosas muy importantes que no podemos olvidar y nos ayuda a recordarlas. ¿Sabías que el pan y el vino nos ayudan a recordar algo muy importante?

Una zorra y un águila en la lejana estepa aman de formas muy diferentes. Igualmente, nosotros podemos amar de distintas maneras, pero la Biblia nos enseña cuál es la mejor forma de amar.

Una hormiguita llamada Mingue buscaba un hogar en el que sentirse a gusto y quedarse a vivir. De la misma forma, nosotros podemos ser el lugar donde vive el Espíritu Santo.

¿Alguna vez has pensado que es imposible ser feliz? Lo mismo pensó Mango, un pingüino que era muy feliz en la Antártida, hasta que llego la noche interminable.

Una tarántula tranquila y silenciosa espera en su cueva el momento para ir a buscar alimento mientras el resto de insectos trabajan ajetreados preguntándose por qué ella no hace lo mismo. De forma similar, Dios no siempre contesta nuestras oraciones del modo o con la rapidez que a nosotros nos gustaría.

El gran Baraka, reconocido por todos como el rey de la selva, nunca había pensado en que dejarse ayudar por otros era una opción para alguien tan fuerte e importante como él.

Ayudar y ser ayudados es parte de cómo Dios nos creó, por eso nos puso en una familia, una comunidad y una iglesia.

En lo profundo del mar vive Tibu, un tiburón al que todos temen. Todo el mundo habla de lo enfadado que está, pero nadie sabe muy bien por qué. Y Dios, ¿se enfada también?

Elio era un elefante especial, todo el mundo lo admiraba por su gran fuerza. Pero Elio tenía que aprender que los dones no son para que seamos orgullosos, sino para servir y trabajar con los demás.

¿Alguna vez has querido ser como otra persona? Eso es lo que le pasó a Ely, admirada por la fuerza de un elefante. Pero Dios nos dio dones preciosos a cada uno de nosotros.