La razón te dirá que no puedes pedir felicidad de una manera inconsistente. Pues si lo que deseas se te concede, y la felicidad es constante, entonces no necesitas pedirla más que una sola vez para gozar de ella eternamente. Y si siendo lo que es no gozas de ella siempre, es que no la pediste. Pues nadie deja de pedir lo que desea a lo que cree que tiene la capacidad de concedérselo. Tal vez esté equivocado con respecto a lo que pide, dónde lo pide y a qué se lo pide. No obstante, pedirá porque desear algo es una solicitud, una petición. hecha por alguien a quien Dios Mismo nunca dejaría de responder.