Con el fin de celebrar una verdadera Navidad, es necesario conocer sus orígenes. En esta prédica, les cuento cómo la Iglesia celebraba el nacimiento de Cristo en el corazón de cada fiel; para conmemorar el acto salvífico de Jesús, mismo que se repite en cada persona cuando aceptamos a Jesús como nuestro Mesías y Salvador.
Por eso hermanos, esta Navidad busquemos más allá de sólo la fiesta. Busquemos que el Señor nazca en cada uno de nosotros; aceptémosle y abrámosle nuestro corazón como aquel día en el que, como María, dimos nuestro «Sí» al Señor. Pongamos nuestra alegría en esta fiesta, sabiendo que Él vive y vivirá siempre en cada uno.