El Día de Acción de Gracias es más que una tradición o una comida en familia; es una oportunidad especial para recordar la fidelidad de Dios y cultivar un corazón agradecido. Porque la gratitud transforma nuestra perspectiva, nos acerca a Dios y nos recuerda que todo lo que tenemos proviene de Él. En la carta de Santiago 1 leemos:

“Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre”
Santiago 1:17a NTV

Cuando somos capaces de reconocer la presencia y fidelidad de Dios en todo momento, nuestro agradecimiento ya no se limita a un día al año, sino que se refleja en cada cosa que hacemos y decimos. En este Día de Acción de Gracias, abramos nuestros corazones no solo para contar nuestras bendiciones, sino para vivir como personas bendecidas y agradecidas cada día.