Mi intención con esta frase no es ser malinterpretada cuando digo que el presente hay que vivirlo a plenitud. Yo creo que la única persona que puede vivir en continua plenitud es el cristiano. Ningún otro ser humano puede porque no tiene la cobertura de la Paternidad divina para vivir en esa condición especial como el cristiano. Es maravilloso como la mente puede guardar tanta información desde ka niñez, yo misma tengo una imagen grabada en mi memoria de cuando tenía 10 meses de nacida aunque casi nadie lo cree de las personas que les he contado. Nunca me lo contaron antes, y un día conversando con mi madre le describí aquel momento en mi memoria con lujo de detalles. Ella se quedó en shock, no podía creerlo pero si nadie más estaba allí y ella nunca me había hablado del tema tuvo que creerme. Lo que quiero decir con esto es que Dios nos ha dotado de una memoria increible para recordar los buenos y malos momentos, los buenos para ser felices, y los malos para ser más sabios habiendo aprendido de los errores pasados. Partiendo de aquí podemos resumir que el futuro lo construímos con toda esa experiencia ya vivida buena o mala pero perfeccionándonos en la Palabra de Dios viviendo un presente pleno en El, hasta llegar a ser perfectos en Cristo, recordando que en

2 Corintios 5:17:  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.