Que no te preocupen las etiquetas de las personas, solo importa tu imagen ante Dios.

¿Cuántas oportunidades has perdido al no estar en un culto?

Todos pasamos por momentos extraordinarios, pero también de dolor, necesitamos tener equilibrio para afrontar los extremos de la vida.

De nada sirve cumplir nuestros sueños materiales o sentimentales sin la presencia de Cristo.

Cuando nuestros sueños no son sólo deseos egoístas, sino algo para la gloria de Dios, los sueños se convierten en promesas del Dios viviente.

Recuerda que ser padre no es solo un sueño hecho realidad, sino una misión de vida.

No todo lo que pasa en tu corazón debe ser hablado a la gente.

No somos nosotros los que vamos a Dios; siempre es Dios quien viene a nosotros.

Un día un cielo nuevo y una tierra nueva estarán definitivamente conectados.

"¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian buenas nuevas!"