Cuando un cuerpo está sano, crece bien. Crece de manera orgánica.

Los versículos de hoy nos llaman a la madurez en Cristo.

En el cuerpo de Cristo que es la iglesia, cada uno de nosotros tenemos una función.

"Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como Dios los ha llamado a una sola esperanza..."

Dios nos llama a la unidad. Él nos encomienda a ser una iglesia unida.

Pablo cierra la idea dándole toda la gloria a Dios.

El amor de Dios es inexplicable.

En el pasaje de hoy, Pablo le cuenta a sus destinatarios lo que desea y ora para ellos.

Hay muchas circunstancias difíciles que pueden atentar con nuestras emociones y llevarnos a desanimarnos.

Pablo habla con gran humildad acerca de su posición en el reino.