Es posible vivir el Evangelio en nuestra sociedad actual, es posible compartir las enseñanzas de Jesucristo en nuestros días. Se requiere de valor, confianza y constancia, es un acto de fe y de entrega. Hoy más que nunca debemos demostrar al mundo entero que el amor es posible, que amar a Dios nos da la certeza para enfrentar la vida.