En 2015, Alejandro Molina y Luis Gorocito, entonces jugadores del club Necaxa, se enfrentaron a golpes con Luis Mariscal, un joven que iba saliendo de un bar junto con amigos y familiares en la ciudad de Aguascalientes. La terrible noche dejó a Mariscal en coma inducido, una ciudad con sed de justicia y dos jugadores profesionales enfrentando una sentencia de 40 años de prisión. Pero diferentes declaraciones de testigos y un video podrían cambiar el rumbo de esta historia.
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