Ha llegado esa tormenta inesperada e inevitable que trae consigo un mar de dudas y un par de visitantes de otro planeta, ¿cómo habrán llegado aquí? ¿Ellos eligieron en que momento estar? ¿Eligieron camuflarse entre la lluvia y dejarse arrastrar por la corriente hasta llegar a este lugar? No lo sé, y creo que nunca lo sabré. Sólo sé, lo disímiles que son ante la multitud. Su alegría depende de sí mismos, les hace feliz la tierra, el sol, el viento y una caja de cartón.