Comienza el año, comienzan los planes nuevos. Pero cada meta se vuelve un sinsentido sin la mirada puesta en Cristo. Sin entender que nuestra vida está completa en Cristo y nosotros mismos estamos completos en Él, sin duda que cada emprendimiento será algo vano, tal como lo comprobó el rey Salomón. En este artículo se nos llama a vivir el año nuevo con nuestra fe, mirada, confianza y ser fundamentados en Cristo.