De una manera parecida pero distinta a lo que pasó en
Buenos Aires con ZZK hace quince años, o lo que pasó en Ciudad de México con
NAAFI y otros colectivos a lo largo y ancho de América Latina; en la ciudad
de Antigua Guatemala hace cinco años nacía Mazukamba, un colectivo de artistas
capitaneado por el argentino Alfonso Parutz y el guatemalteco Alex Hentze con varias
misiones.
Además de la misión de imponer una política de club y de
baile tan cerca de la electrónica de vanguardia como de ese afán de resistencia
cultural que impera en Latinoamérica y cuyos artistas han
ejercido casi de arqueólogos sonoros recuperando ritmos tradicionales, culturas
ancestrales e idiomas originarios; también hay una misión
sensibilizadora con el medio ambiente.
Eso es, precisamente, lo que les ha motivado a armar sus,
de momento, dos recopilatorios. El último de ellos, “Savia Manglar”,
pretende arrojar luz sobre la importancia del manglar en el ecosistema
guatemalteco y centroamericano. El manglar, para quien no sepa lo que es,
es un área biótica formada por árboles muy tolerantes a las sales que se
generan en la desembocadura de corrientes de agua dulce en latitudes tropicales
y subtropicales.
La poda de estos manglares perjudica el ecosistema; y por
eso desde Mazukambo han reunido a algunos de los productores de mayor
relevancia del circuito electrónico guatemalteco para que creen canciones
originales inspiradas en los sonidos que habitan alrededor de las zonas de
manglares, con el fin de visibilizar la riqueza incluso atmosférica de estas
zonas bióticas.
Más allá de la importancia conceptual del álbum, nos
encontramos ante siete canciones redondas y necesarias de artistas que basculan
entre la folktrónica, la electrónica espiritual y el neo-clubbing más oscuro; con
nombres a los que habrá que seguir muy de cerca como Aurora Nohemi, Guía, Ocarimo
o los dos cerebros del colectivo, Parutz y Alex Hentze.
Alan Queipo