En Estados Unidos, después que los datos de la inflación sean más suaves de lo previsto, se revive la esperanza de que la Fed aplique un endurecimiento monetario menos agresivo.

En Europa, sin embargo la perspectiva de inflación ha superado las expectativas y parece que ya ha tocado techo. La tasa de inflación anual de la Eurozona cerró julio en el 8,9% y un año antes la tasa se encontraba en 2,2%.

En China, la semana pasada sorprendieron los resultados decepcionantes y sugiere que la confianza de las empresas como los hogares se está desmoronando. El gobierno ha bajado tasas de interés claves para evitar que su economía se ralentice.

La desaceleración de la inflación no es suficiente para moderar la política monetaria en Estados Unidos y parece que el mercado está subestimando otros riesgos existentes.

Europa da indicios que el retroceso del mercado estaría marcado por los resultados macroeconómicos.

En Asia, las tensiones geopolíticas continúan. Taiwán ha rechazado las comunicaciones de Pekín de unificar las naciones en un gobierno autoritario como el de china.

El Banco Central Europeo estaría ejecutando el TPI, un plan de compra de bonos para ayudar a los países más endeudados y evitar una fragmentación financiera en la zona euro. 

Las Bolsas de EE. UU esperan del dato de empleo. Por otro lado, la visita de Nancy Pelosi a Taiwán generó tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China.

La alta inflación pasó de considerarse transitoria a convertirse en un riesgo para la economía global, sumándose otros factores, como la guerra en Ucrania y la respuesta de los bancos centrales. La economía global viene desacelerándose y acercándose a una posible recesión.

En Estados Unidos, a pesar de las subidas de tasas, las “Bigtech” resistieron los temores de recesión.

En Europa, la inflación subió a otro máximo histórico, respaldando los pedidos al Banco Central Europeo para otro incremento de tasas en su reunión de política monetaria de septiembre.

En China, no ha habido pronunciamiento de políticas monetarias que estimulen la economía.

En Estados Unidos, los informes hasta ahora no han mostrado ninguna señal de alerta importante para la economía, que aumente el miedo a la recesión.

En Europa, el Banco Central Europeo en un intento por controlar su inflación récord, elevó su tasa de referencia en 50 puntos básicos, por primera vez en más de una década.

China sufre una ralentización en su economía, debido a su política COVID Cero, las políticas monetarias cada vez más restrictivas y la inflación en la economía global.

La incertidumbre por la inflación está en todo el mundo.

El mercado se encuentra a la expectativa de los informes de la FED en julio, donde la pregunta es ¿Será una subida de tasas de 75 o 100 puntos básicos?

En Europa las acciones del Banco Central Europeo han sido muy lentas, la inflación está más alta que a inicios de año y el control de la política monetaria podría traer recortes para la bolsa europea.

El mercado sigue a la expectativa si Estados Unidos será capaz de esquivar la recesión.

Por otro lado, las minutas del Banco Central europeo sugieren que serán más agresivos con las subidas de tasa hacia el mes de setiembre.

Shanghái ha vuelto a cuarentenas tras el aumento de los contagios en la región.

Las bolsas estadounidenses cerraron el primer trimestre en pérdidas, en medio de los temores de una recesión y de una postura más agresiva por parte de la Fed.

En Europa, Lagarde insiste en que un nuevo instrumento anti-fragmentación debe ser efectivo, proporcionado y debe contener a que los países de la zona euro tengan una política presupuestaria sana.

China parece recuperarse lentamente en las cifras de servicio y construcción.

La volatilidad continúa en Wall Street mientras los inversores sopesan la posibilidad de que se presente una recesión en Estados Unidos.

El recorte del gas ruso, acerca cada vez más al racionamiento del suministro principalmente en Alemania.

En medio de la crisis que se reactivará como valor refugio ¿El oro o el petróleo?

La Fed decidió incrementar la tasa de interés de Estados Unidos en 75 puntos básicos y ubicarla en el rango entre 1,50% y 1,75%, tomando una postura más hawkish de la que había anunciado en reuniones pasadas.

La UE deja mucho que desear ya que, las expectativas de inflación cada vez son más altas y las decisiones de subida de tasa aún no se ven claras.