Desde la antigüedad, ya Aristóteles se preguntaba sobre el paradero de las aves en invierno, las aves iban y venían, pero nadie las seguía con lo que las migraciones no eran conocidas como hoy en día.
Hoy sabemos que van y viene en función de sus necesidades y que sus movimientos tienen el mismo sentido que los nuestros y que los de todos los seres vivos, supervivencia.
La golondrina es un pájaro que lo mismo que nos anuncia el inicio de la primavera con su llegada, nos anuncia el fin del verano con su marcha.
Aquellos nidos que de pequeño venía vacíos con aquellas manchas blancas con el tiempo acabe de entender su significado de casas de veraneo que pasaban de padres a hijos como una herencia genética.
Ya lo decía Gustavo Adolfo Bézquer, “volverán las oscuras Golondrinas sus nidos a colgar”
Pues si volverán y esperemos que vuelvan siempre porque ello significará que la naturaleza sigue su curso.