La comunidad cristiana de Éfeso es cuestionada por Pablo sobre su bautismo en el Espíritu, pero ellos aún no lo habían recibido. Pablo, entonces, comenzó a explicarles quién era Jesús de Nazaret, anunciándoles su muerte y resurrección. El evangelio nos invita a mirar nuestra realidad humana con sus debilidades e incongruencias, pero a la vez, nos anuncia la victoria de Jesús sobre todos los miedos y la muerte. ¡Señor, Jesús, envía tu Espíritu sobre nosotros para vencer al mundo!