Karina tiene 45 y hace 3 que vive en Comodoro, donde llego buscando la posibilidad de crecimiento junto a su marido. Es comunicadora social pero señala que aún lo busco trabajo en ese área porque el “español” que se habla en ambos países no es el mismo y no le parece apropiado, hasta que tenga un mejor manejo del idioma. Hoy se dedica trabajar en manicura y podología, junto con su marido emprendieron un creciente negocio de comida típica venezolana.