Quiero compartir contigo esta obra que es fruto de mi pasión por la vida, de la mirada con la que contemplo todo lo que existe y se mueve a mi alrededor. Por muchos años me he dedicado a investigar el alma humana buscando respuestas, las cuales ahora confluyen en esta obra: Los rostros del cielo.
¿Qué vas a encontrar aquí? Respuestas a las mismas preguntas que yo me hice y que tú, en mayor o menor medida, también te has hecho en alguna ocasión. Y es lo que quiero compartir contigo. Más que por una cuestión de satisfacer el ego —nada más lejos de la realidad—, para ayudarte a encontrar un camino que te ayude a recorrer la vida de otra manera, con otro paso, con una vitalidad distinta.
Porque la vida es la que es, eso está claro. Sin embargo, quiero mostrarte los atajos que existen a nuestra disposición para que ese camino sea más agradable, que sintamos que realmente merece la pena caminar por él hasta alcanzar nuestro destino.
Con una visión más amorosa de la vida, con una capacidad para extraer de conversaciones, de gestos y de palabras, el sentido necesario para hacer de aquel camino una experiencia que merezca la pena ser disfrutada.
Los rostros del cielo no se trata de una obra de autoayuda, ni tampoco de un ensayo acerca de la vida y sus dilemas. Más bien es una hendidura en el alma de una persona con capacidad para ver más allá que los demás.