Esta entrevista con Ricardo Portocarrero propone una lectura contemporánea del Qhapaq Ñan como más que una red vial ancestral: como una infraestructura ética y política basada en el liderazgo rotativo, la reciprocidad y el cuidado compartido. A lo largo de la conversación, Portocarrero aborda el Ayni como lógica relacional que aún hoy guía prácticas de organización, gobernanza y transmisión del conocimiento en los Andes. Se exploran también temas como la pedagogía desde el territorio, la reciprocidad más allá de lo humano, los riesgos de representar sin devolver, y las tensiones entre las formas andinas de autoridad y los marcos institucionales modernos. Lejos de idealizar el pasado, Portocarrero insiste en mirar con atención las prácticas vivas que persisten, resisten y a veces se vuelven invisibles. La conversación termina con un gesto íntimo: un pequeño atado de hojas de coca de cinco puntas, ofrecidas como posible ofrenda para el lago Titicaca. El número cinco —símbolo andino del equilibrio— cierra la entrevista como una imagen silenciosa del quinario: una forma de pensar, gobernar y caminar en relación.