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Celebramos estas navidades organizando una lanparty de Diablo 2 con Cacho Sagan como invitado estrella. Descendemos al infierno para revisitar el juego que nos enseñó la futilidad del esfuerzo y nos preparó para lidiar con la frustración y los trabajos de mierda. También: Sergio nos cuenta de su curricula de RPGs para las vacaciones, Cacho nos comparte su experiencia marital con el Heroes III y Ezequiel (cuándo no) nos comenta el último Pokémon de Switch.

La pasión conmueve a la historia. Nos despedimos de esta primera temporada con Suikoden 2, un tesoro perdido publicado en 1999 para Play Station. Este RPG más japonés que negarse a usar tenedor, nos cuenta una historia dramática, humana y sincera con más de 100 personajes secundarios en escena. Eso si logramos atravesar sus combates por turnos, menúes interminables y largas secuencias de diálogos que no se pueden skippear. Además, Sergio nos cuenta de sus viajes por la Banda Oriental en busca de home computers y Ezequiel amplia sus saberes sobre la leyenda de Zelda a través del Adventure of Link.

¡Sombra terrible del retrogaming voy a evocarte! Hacemos una radiografía de las pampas virtuales a través de un juego centrado en la organización del transporte entre ciudades ficticias asediadas por el capital. Jugamos a ser la burguesía nacional y tratamos de llevar el progreso a los lugares más remotos y pixelados con un juego Open Source desarrollado y bancado por una comunidad desquiciada. Además, Sergio reseña la remake del Age of Empires y Ezequiel comenta así nomás Captain Commando y otras copias chinas.

Rápido y furioso. Nos hacemos los Toreto y corremos picadas en DOS en un juego de la era de los bólidos americanos con tunning, rebeldía sin causa y mucho peligro al volante. Antes de engrasarnos las manos, Sergio repasa algunas opciones fichineras para jugar y mirar en épocas de crisis y Ezequiel rescata algunos clásicos de NES que no tuvieron sus copias truchas y que por eso pocos jugamos, aunque todos conocimos.

Atacazo artístico. Tuvimos un intentos de ponernos creativos con esta pieza de 16 bits distribuida por Interplay pero sus limitaciones técnicas nos pusieron contra las cuerdas. Qué feos son los juegos de pelea cuando son feos. Además, Sergio se pasea por los fichines de la ciudad y Ezequiel comenta sus aventuras en el Zelda: Breath of the Wild.

Pizza, birra, juegos falopa. Jugamos a la primera incursión de la popular franquicia noventera en el mundo de los videojuegos. Este plataformer de 1989 nos trajo sufrimiento pero nos dio la oportunidad de hablar sobre qué cosas no nos gustan de los juegos malos. Además, hablamos inconteniblemente de Cacaborg y nos quejamos un poco del negocio de las consolas de última generación.

Los monstruos de las profundidades conocen el estado benefactor. Descendemos a los infiernos y nos encontramos con este RTS/simulador de PC en el que gestionamos y ordenamos la vida de una guarida de monstruos frente los ataques del imperialismo humano. Además, Sergio nos recuerda las maravillas del Centipede y Ezequiel nintendea legal e ilegalmente.

Paso a paso. Nos perdemos en este juegazo de estrategia por turnos para PC y analizamos la mayoría de sus mecánicas de fantasía táctica, económica y militar. Nos solazamos con el multiplayer de los pobres en un juego complejísimo que hizo más tolerable el delarruismo. Como siempre, Sergio nos cuenta qué estuvo jugando y Ezequiel comparte su experiencia limpiando y destruyendo su notebook.

Somos los piratas. Sid Meier se encarga de darte todas las herramientas para que pruebes tus habilidades de saqueo y navegación con un juegazo de mil mecánicas. Sergio, tarde pero seguro, descubre la maravilla del Wonder Boy y Ezequiel nos cuenta su experiencia en el mundo de los juegos de rol de mesa.

Vergüenza: se nos rompió el episodio y tuvimos que salir a jugar de apuro. ¿Qué mejor que un puzzle bien arcadoso de Family? ¡Lo que pasa en la pantalla queda en la pantalla! Igual nos damos un rato para hablar del Microprose Soccer y cumplir a medias. Además, Sergio nos da tips para cirujear compus de la basura y Ezequiel añora los veranos de fichines.