¿Cuántos de ustedes han aceptado eso en sus sentimientos y están, al presente, expresando la Divinidad en acción... todo el tiempo?

La Presencia de la Verdad no habita en ninguna manifestación de imperfección, ya que tal acción negativa es repelente.

Todo propósito de dicha contemplación y su consiguiente bendición e iluminación, es el de transferir la Perfección de ese Ámbito Interno al mundo de las apariencias físicas.

Cada individuo es capaz de una cantidad diferente de contemplación aplicada de acuerdo al control personal de sus procesos de pensamiento, sentimiento, sus memorias etéricas y exigencias del vehículo físico.

Entrar al Gran Silencio es un estado positivo y no negativo de la consciencia individual. Nunca debe confundirse con letargo, ni adoración y devoción con imágenes y sueños visionarios.

La atención de ustedes es un embudo doquiera la dirijan; inmediatamente comenzará a fluir a su mundo la substancia sobre la cual la dirigieron.

Si ustedes pensaran antes se hablar y actuar y antes de sentir, le permitirían a los elementos de los cuerpos regresar a la Belleza, Armonía y Paz originales.

Antes de que el hombre pueda llegar al punto en que podrá unirse a los Maestros Ascendidos, tendrá que llegar a dominar las vibraciones de sus cuerpos.

No basta con solicitar la ascensión, es menester el cumplimiento de la Ley.

Es necesario el aquietamiento, el autocontrol y la autocorreccióm para el manejo de la energía, el discernimiento y alcance de la liberación y la paz.