Los últimos dos pasos corresponden al RITMO DE INVOCACIÓN. El Elohim Arturus nos dice que la CONSTANCIA DE SERVICIO debe ser establecida más allá de la más mínima posibilidad de romper dicho ritmo de servicio ¡debido al "tirón" de cualquier interés externo! Y el Elohim de la Paz agrega que lo más importante es que ¡guarden total silencio con respecto a lo que están haciendo!

Para continuar con el proceso de precipitación es menester tener la CONSTANCIA AMOROSA del Amado Elohim Orión, permaneciendo en la tarea hasta que haya sido completada sin abrigar pensamientos de tiempo, recompensa o reconocimiento personal; MANTENER LA PUREZA DE TU DESIGNIO, sin ajustar el diseño a tu razón, lógica y satisfacción personal y sostener CONCENTRACIÓN Y CONSAGRACIÓN, manteniéndose en el proyecto hasta que haya sido completado.

Para precipitar algo, desde un simple objeto físico hasta algo más sublime, se requiere estar dispuesto a tomar las energías vitales de tu vida y realizar algo constructivo con ellas a través del uso del discernimiento y del sentido común básico.

El afán de los Estudiantes para cerrar la brecha que hay entre la oscuridad externa de la mente humana y la Conciencia Maestra Ascendida es, por supuesto, un hermoso y poderoso ímpetu que lleva al alma a grandes alturas; y el afán, el fervor y el entusiasmo son cualidades cuya intensidad nunca debe ser disminuida en los corazones de aquellos en quienes afloran.

El hombre al cual se le bendice con el don del Espíritu Santo a través del Séptimo Rayo, es aquel cuyos pensamientos, sentimientos, palabras habladas y acciones constituyen un ceremonial rítmico mediante el cual el precioso regalo de la vida es atraído, calificado y descargado.

La gracia espiritual que le da al alma la capacidad de responder al espíritu interno tiene que ser invitada con amorosa sinceridad, cariño y amable invocación.

Cuánto más se deleita el Dios de la Vida cuando los hijos de su corazón elevan sus cabezas desde el disfrute personal de los sentidos y preguntan: "¿qué puedo hacer, Padre, para ayudarte?".

Este don del Espíritu Santo hace tolerante al hombre sobre el cual se podrá erigir la base de una hermandad mundial con toda belleza, y con la seguridad de que soportará todos los vientos de la adversidad, todas las arenas movedizas de la condenación, los cataclismos y tormentas de las acusaciones, y las falsas apariencias.

¡Salgan ahora de los muertos! ¡Sean ejemplos vivientes y respirantes del Cristo manifiesto!

La corriente de vida que obedece sin comprehender no es más que un siervo y un esclavo, y no le sirve de nada a los Maestros.