No podemos luchar contra una pandemia con la mano derecha y con la izquierda comenzar una guerra, ¡No más! Basta, que las lecciones que la historia nos ha dejado, cumplan su querella.

Sin paz en el corazón es imposible dormir bien, para realmente descansar necesitamos tener paz, una mente despejada de problemas y temores, libre de rencores y angustias.

En paz me acostaré y así mismo dormiré, porque sólo tú Señor, me haces vivir tranquilo.

Aprovechemos bien nuestro tiempo viviendo con sabiduría, bien cada instante.

Este es un tiempo nuevo para vivir, hagamos de él el mejor de todos los tiempos.

Cuando dejamos huellas que seguir, hacemos saber a otros nuestro interés por servir, por ser parte del engranaje universal y sobre todo por actuar con verdad y honestidad.

¡Es asombroso el poder que tienen las palabras y las enseñanzas de los padres sobre los hijos!

Los padres somos responsables de las palabras que nuestros hijos deben recibir, las que definirán sus acciones futuras y más aún, aquellas que construirán en sus corazones cimientos firmes para el resto de su vida.

Ser íntegro, es ser verdadero, correcto, recto y por otra parte, actuar con integridad, es la congruencia de nuestra vida diaria, cuando nuestras acciones y nuestras palabras dejan de pelear entre sí y aprenden a caminar en el mismo sentido.

Quién logra despojarse de su orgullo y busca reconciliación a ganado la mayor de las batallas.

Tu hijo o hija sólo buscan percibir tu amor verdadero para seguirte, es todo, amor verdadero, especialmente dedicado para ellos.

La vida es una continua corriente de experiencias por vivir, que el flujo de su belleza no se vea entorpecido por lo que dejamos de ver con claridad.