Una persona bien vestida muestra respeto por ella misma y por los demás, presentándose siempre adecuada y apropiada en todo momento y ocasión, mostrando seguridad, éxito, congruencia y confianza en sí misma.
Vestir bien no es una tarea fácil, pero tampoco es imposible, algunas personas ponen excusas y justificaciones para no poner atención a su imagen y puede ser por miedo al cambio, apatía o por conceptos que se forman asegurando que se les juzgue por sus capacidades no por la apariencia. Siempre he mencionado que la imagen no lo es todo, pero el éxito se conseguirá más fácil si sumamos nuestra inteligencia, habilidades sociales, experiencia y además si tenemos una buena imagen nos ayudará a cumplir nuestras metas y se abrirán oportunidades.