Se cuenta la historia de un joven constructor cuyo patrón le encargó que construyera una casa mientras él se iba de viaje. El joven constructor aprovechó la oportunidad para poder hacer un trabajo mediocre, sabiendo bien que no había nadie que lo estuviera supervisando. Al regreso de su viaje, su patrón le pidió las llaves de la nueva casa; para luego devolvérselas y decirle que quería regalarle esa casa para él para mostrarle su aprecio. El joven constructor quedó sorprendido sabiendo muy bien que había hecho un mal trabajo en la construción.
Esta pequeña historia nos enseña respecto a dar lo mejor de nosotros mismos, aún cuando la gente no nos estás observando. Las personas de éxito saben muy bien que dar lo mejor de sí mismas es una manera de poder ganarse la credibilidad ante los demás. En este episodio nos gustaría hablar con respecto a la importancia de dar lo mejor de nosotros mismos y cómo puede ayudarnos en nuestras relaciones con la gente.