Hay más de lo que ves. Estamos rodeados de vida, de diferentes formas de energía, porque todo es energía.
Pero todo eso no puede percibirse con la mente racional, lógica y analítica.
Nuestro cerebro está dividido. Tenemos el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo, separados por el cuerpo calloso.
El hemisferio derecho dirige nuestra parte intuitiva, creativa, artística. Es la parte que está más conectada al alma, al mundo sutil, a lo invisible, lo inexplicable, lo irreal, la imaginación y la fantasía y también al corazón, al sentir, al conocimiento sin explicación, a esa certeza sin razón.
La otra parte, la racional y analítica está conectada al ego, al mundo material, lo tangible, lo que creemos real, lo que se puede medir, tocar y explicar.