es crucial para preservar la biodiversidad, mantener el equilibrio ecológico y
proporcionar beneficios fundamentales para la sociedad. Los humedales
desempeñan roles vitales, como la purificación del agua, la prevención de
inundaciones, la recarga de acuíferos y la mitigación del cambio climático al
almacenar carbono. Además, son hábitats críticos para una amplia variedad de
especies, incluyendo aves migratorias y peces.
La conservación de los humedales implica la protección
de estos ecosistemas de amenazas como la urbanización, la contaminación del
agua y la degradación del suelo. Además, se requiere una gestión sostenible que
equilibre las necesidades humanas con la conservación de la biodiversidad.
Salvar un humedal no solo asegura la supervivencia de numerosas especies, sino
que también contribuye al bienestar humano al mantener servicios eco sistémicos
esenciales. La conciencia y la acción colectiva son fundamentales para
garantizar la preservación a largo plazo de estos valiosos ecosistemas.