Termina el mes en el que he lanzado en Amazon KDP mi primer libro y toca hacer balance. Me gustaría compartirte algunas métricas y datos:
- Fecha de salida del eBook: 2 de octubre. Ese día se produjeron en Amazon 16 ventas
- Durante los días que estuve disponible en Apple Books se vendieron 6 libros.
- Fecha de salida del libro en tapa blanda: 16 octubre
- Total de ventas en octubre: 49 en Amazon y 6 en Apple Books
- Páginas leídas en Kindle Unlimited: 173
- Ganancias Amazon KDP: 26,76 €
- Ganancias Apple Books: 3,77 $
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Por otro lado, hoy es Halloween y quiero leerte un relato breve que escribí el año pasado para un certamen:
**Una noche, en noviembre**
“Huesos de santos”. Reza la etiqueta sobre la bandeja. Unos pequeños cilindros se apilan formando una pirámide blanquecina y tierna. Cada rulo muestra un corazón amarillo. Dulce. Suntuoso. No es la primera vez que se para en esta esquina. De las confiterías gaditanas, ésta es su favorita. Agarra con sus manitas las ocres rejas y acerca mucho el rostro, hasta casi colar la nariz y chocarla contra el cristal. Las vitrinas iluminadas muestran azúcar de todos los colores; chocolates en todas sus formas, pastas de todos los tamaños. Mira cada repisa de forma caótica: de arriba a derecha; del fondo hasta la izquierda; desde abajo hasta el frente. Piruletas, bombones, unos ojos; pastas, caramelos, una nariz; pasteles, bizcochos, una boca y una mano que le agarra del hombro desde más alto. La boca del cristal sonríe y ella decide girarse. Lentamente. Los ojos muy abiertos. Los labios apretados. La boca se abre y habla. Dice es muy tarde, chiquitina, qué haces aquí tan sola, no tengas miedo, te llevaré con tu papá, ven conmigo. Ella guarda silencio. La otra mano agarra el otro hombro. Ella no quiere perder más tiempo. Es ahora la que sonríe. Separa los labios, los abre, los abre… La otra boca también se abre para gritar, pero unos colmillos clavados más abajo, en la garganta, se lo impiden.
–Siempre caen –piensa, limpiando la sangre que le queda en la barbilla–. Ninguno repara en la ausencia de mi reflejo en el cristal.
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