Toma, quédate con los minutos que te regalé, te los envío en una caja de mensajería instantánea que no me pidió explicaciones de su contenido. Me decidí a darte los minutos que estaban guardados abajo de los sueños que tuve a tu lado y que se quedaron en eso, solo sueños.
Quédate con los minutos, puedes hacer varias cosas con ellos, puedes formar horas o puedes formar lustros, puedes formar lloviznas y montañas, en esos minutos los podrás encontrar, puedes formar horas entretenidas, puedes formar figuras caprichosas o puedes formarte una idea de lo tanto que te ame.
Si tengo que dejarte ir al menos me quedaré con lo que creo que me he ganado:
Con las sonrisas me quedo.
Con las noches a la puerta de tu casa me quedo.
Con el lago y el atardecer me quedo.