Alexander Pichushkin, también conocido como el "Ajedrecista Asesino" o el "Maníaco del Ajedrez", es un criminal ruso que cometió una serie de brutales asesinatos en Moscú entre 1992 y 2006. Nacido el 9 de abril de 1974 en Mytishchi, una ciudad cercana a Moscú, Pichushkin tuvo una infancia difícil marcada por la pérdida de su hermana y el abandono de su padre.
El modus operandi de Pichushkin era particularmente violento y macabro. Su objetivo declarado era asesinar a tantas personas como casillas en un tablero de ajedrez, un total de 64. Sus víctimas eran en su mayoría hombres, y utilizaba diversos métodos para perpetrar los asesinatos, incluyendo golpes contundentes, estrangulación y, en algunos casos, lanzar a las víctimas a un pozo.
Pichushkin seleccionaba cuidadosamente a sus víctimas, a menudo buscando personas vulnerables o sin hogar para facilitar sus crímenes. Después de cometer los asesinatos, colocabaca una botella de vodka en la escena del crimen como una especie de macabra firma.
El asesino en serie fue finalmente capturado en 2006 cuando intentó atraer a otra persona a una situación peligrosa. Un ciudadano ruso llamado Alexander Sokolov se convirtió en su última víctima conocida. Afortunadamente, Sokolov logró escapar y alertar a la policía.
En 2007, Alexander Pichushkin fue condenado por 48 asesinatos y tres intentos de asesinato. Durante su juicio, no mostró remordimiento y, de hecho, expresó su deseo de haber matado a más personas. Fue sentenciado a cadena perpetua y se le envió a una colonia penal en Siberia.
El caso de Alexander Pichushkin destaca la naturaleza perturbadora de algunos criminales en serie y la importancia de la vigilancia policial para detener a individuos peligrosos antes de que causen más daño. Su apodo, el "Ajedrecista Asesino", refleja la frialdad y la planificación calculada detrás de sus atroces crímenes, dejando una huella sombría en la historia criminal de Rusia.