La historia de la controvertida estrella de la muerte bien puede verse como una precuela de la primera película de «Star Wars» que se estrenó en 1977

¿Ya listos para recibir una sorpresa, y no precisamente de Santa?

Insultos, improperios, ofensas, escarnios, sentencias tajantes, como quieras llamarles, en cualquier época soltarle una grosería a alguien llega a resultar catártico, y qué mejor que hacerlo con elegancia.

Esto sucede con frecuencia cuando hay palabras frente a tus ojos y sientes una atracción implacable que te obliga a leerlas hasta el punto final, lo cual alimenta tus ansias por obtener más de esas ideas que aquellas masas de letras almacenan.

El concepto «deporte», en su origen era «ir a divertirse», y una buena forma de hacerlo era asistiendo a las variadas competencias de hombres contra hombres, o de hombres contra bestias.

Entre dichos y sucesos tanto de las víctimas como los ofensores, que van desde el franelero hasta aquellos delitos de cuello blanco que plagan los titulares de prensa.

En el vocabulario alemán existen palabras que son ridículamente largas –como un fin de semana en Tres Marías sin WiFi–

Aristóteles planteó que la felicidad es dios.

En México hay un interés particular por la cultura alemana, así que en este mes decidimos dedicarle una edición completa con los personajes, los clichés y las aportaciones a la ciencia, como en la literatura.

Para empezar te hablaremos de una lista de deseos de lo que el científico Robert Boyle, «el padre de la química moderna», esperaba de la ciencia en el futuro.