La llegada de la paga es un momento que todos anhelamos y nos llena de satisfacción, porque representa el reconocimiento al fruto de nuestro trabajo. Los dividendos son el reparto de utilidades y ganancias luego de cubrir los costos. Sin embargo, cuando vivimos en tiempos de malos resultados. ¿Cómo logramos revertir el cuadro de situación?

Dios está a la espera de que descubramos nuestra mejor versión, ya que solo Él sabe el potencial que depositó en nuestro interior. Las soluciones a las situaciones de la vida residen dentro de nosotros. Por eso, el éxito dependerá de la capacidad de liberar todo nuestro potencial. ¿Qué necesitamos comprender para alcanzar y vivir nuestra mejor versión?

Frecuentemente, la ausencia de un buen autoexamen nos llevará a estar más pendientes de lo ajeno que de lo propio. Mirar tanto hacia el afuera produce un único resultado: Terminamos descuidando el adentro. ¿Qué consecuencias puede tener esta actitud y qué pasos podemos seguir para mejorar?

La capacidad creadora de Dios es tan extraordinaria, que Él puede hacer de lo que no se ve y de la nada misma, un mundo nuevo para nosotros. En el lenguaje de Dios, por medio de su palabra, Él llama a las cosas que no son como si fuesen. ¿Qué debemos entender de esto para nuestras vidas?

El hombre fue diseñado para estar completo, disfrutar del bien y ser feliz. Este es un derecho que nos pertenece a todos, y deseamos vivirlo en plenitud. Sin embargo, muchas veces diferentes situaciones nos impiden conseguirlo. ¿Qué debemos saber para alcanzar o recuperar ese estado ideal?

La única manera en que la gente valida lo que decimos es a través de los resultados visibles en nuestras vidas. Porque podrán dudar de lo que pensamos, cuestionarán lo que decimos, pero siempre respetarán lo que hagamos. Jesús enseñó que el fruto determina la calidad del árbol. ¿Qué debemos saber para tener buenos frutos en nuestras vidas?

No hay mayor desgracia en la vida de una persona que la soberbia en su corazón, ya que esta actitud produce consecuencias negativas. En cambio, la humildad nos abre las puertas del favor y la misericordia de Dios. ¿Qué debemos aprender para transformar esta actitud?

Si supiéramos que se nos presenta la última oportunidad de un encuentro con nuestros seres queridos, ¿Cómo viviríamos ese momento? Una noche, Jesús cenó por última vez con sus discípulos. ¿Qué significó y qué enseñanzas nos deja para nosotros tal acontecimiento?

Existen ocasiones en la vida en las que la solución del problema ya no depende de nosotros y todos nuestros esfuerzos para resolverlo parecen ser inútiles. Sin embargo, hay alguien que está dispuesto a rescatarnos. ¿Qué verdades incuestionables podemos descubrir en tales circunstancias?

En todo lo que realizamos en la vida, es fundamental distinguir entre nuestras acciones y nuestras intenciones. Por lo tanto, no es suficiente solo con realizar buenas acciones, sino que las motivaciones sean puras y verdaderas. ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestras acciones y las intenciones del corazón agraden a Dios?